Una vez más, el pueblo uruguayo en la calle. Una vez más nos encontramos ante la necesidad de movilizarnos para repudiar la injusticia, para combatir los discursos que colocan a los desparecidos, torturados, asesinados en el mismo plano que los represores, torturadores, asesinos. Para combatir la historia oficial que pretende encontrar un punto final a la lucha por los DDHH, borrando de un plumazo la lucha de los Familiares, de las organizaciones de DDHH y del pueblo todo por reconstruir la memoria de nuestro pasado, por alcanzar la verdad acerca de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura cívico militar, la verdad acerca de nuestros compañeros desaparecidos, por hacer justicia con los torturadores, justicia para todo el pueblo porque toda la sociedad fue victima del terrorismo de Estado.
Hoy, 19 de junio, las organizaciones sociales nos movilizamos para reivindicar una vez más las banderas que históricamente han acompañado la lucha de nuestro pueblo: la verdad, la justicia y el NUNCA MÁS TERRORISMO DE ESTADO.
Nuestro NUNCA MÁS es el nunca más por el que históricamente hemos luchado las organizaciones sociales. Nunca más torturas, nunca más desapariciones forzadas, nunca más coordinaciones regionales para aniquilar a grupos sociales y políticos que luchaban por construir un modelo de convivencia social más justo. Nunca más dictadura, nunca más vuelos de la muerte, nunca más crímenes de lesa humanidad, NUNCA MÁS TERRORISMO DE ESTADO.
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Todos los avances que hasta ahora se han conquistado en materia de DDHH se los debemos al esfuerzo incansable que han llevado a cabo las organizaciones sociales y de DDHH. Fueron ellas quienes impidieron que este tema quedara en el olvido.
Fueron muchas las ocasiones en que se intentó saldar este tema y dar vuelta la página. No nos olvidamos de la forma en que fue pactada la salida de la dictadura, intentando “mirar para adelante” y olvidando lo ocurrido. No nos olvidamos tampoco de la salida política que encontró el parlamento para acallar los reclamos de las organizaciones de familiares y del movimiento popular que lentamente empezaba a reorganizarse: la aprobación de la ley de caducidad, sellando un pacto de olvido y de impunidad para los torturadores.
Tampoco nos olvidamos de lo que pasó después del referéndum del 89, cuando ante la derrota sufrida todos los partidos políticos miraron hacia el costado. Desde entonces, fueron los familiares, las organizaciones sociales y de DDHH quienes han luchado por mantener viva la memoria, por impedir que el tema de las violaciones a los DDHH cometidas durante la dictadura quede en el olvido y se salde en la impunidad. Fue el pueblo organizado el que empezó a salir a la calle un 20 de mayo, poniendo otra vez sobre la mesa los reclamos por verdad y justicia. Y fueron también nuestras organizaciones sociales las que no aceptaron dar vuelta la página cuando se instaló la Comisión para la Paz, señalando que ese informe que nos daban nada tenia que ver con la Verdad por la que luchamos; y que no es posible construir la verdad acerca de lo ocurrido si no hay Justicia para quienes cometieron crímenes de lesa humanidad contra nuestros compañeros.
Es por esto que queremos resaltar el papel histórico que han jugado las organizaciones de DDHH y sociales, porque gracias a ellas el tema de las violaciones de los derechos humanos cometidas durante la dictadura no ha sido olvidado y sigue siendo un eje central de nuestra lucha.
No podemos dejar de reconocer que el actual gobierno ha avanzado en materia de DDHH, buscando conocer el paradero de nuestros compañeros desaparecidos. Pero tampoco podemos dejar de señalar que la justicia sigue faltando. No podemos dejar de señalar nuestro repudio a la teoría de los dos demonios, que equipara a nuestros compañeros con los asesinos y torturadores, y no podemos dejar de decir que mientras siga faltando la verdad y la justicia seguiremos luchando, porque no nos convencen los intentos de cerrar el tema.
Porque fue gracias a la incansable lucha de este pueblo que se pudo avanzar hacia la verdad y la justicia. Porque en este terreno nadie nos regalo nada, fuimos nosotros mismos, el pueblo organizado presionando por saber el paradero de los compañeros desaparecidos y exigiendo juicio y castigo a los responsables. Fueron las madres y los familiares que nunca perdieron las esperanzas, y se convirtieron para muchos de los jóvenes que estamos acá, ejemplos de dignidad y fortaleza, ejemplos de vida, una muestra de que vale la pena seguir luchando, a todos ellos nuestro humilde saludo y en especial a compañeras que ya no están... gracias Tota Quinteros .... Gracias Luz Ibarburu .....gracias
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Hoy, una vez más sentimos la necesidad de salir a la calle a expresarnos, pero por sobre todo por respeto a los compañeros que no están.
Algunos podrán hacer análisis estratégicos sobre este día, sobre la conveniencia de movilizarse, podrán agarrar como justificativo alguna de las frases del Presidente de la República, y quizás llegan a la síntesis de que en este momento no les conviene salir públicamente a manifestarse en contra de este decreto. Nosotros les decimos que es una cuestión de principio estar aca y de compromiso histórico con nuestro pasado reciente, porque la sangre de los caídos no se negocia ni se decreta.
15 días atrás el gobierno quería poner un punto final sobre este tema, quería empezar a poner un manto de olvido, equiparaba a los torturadores asesinos con los militantes sociales y políticos, todos éramos hermanos, pero quienes iban a creer esto, justo este gobierno iba a poner el pie en el acelerador para institucionalizar la versión oficial, algo estaba mal, entonces el propio Presidente tuvo que salir a aclarar el término NUNCA MÁS. Lo amplio tanto, incluyó tantos otros elementos que lo vacío del contenido propio que merece; hasta Magurno y Molaguero se sintieron incluidos en ese Nunca Más.
Por más que nos cueste creerlo o algunos no quieran creerlo, hoy al igual que hace 15 días atrás el espíritu del gobierno sigue siendo el mismo, por lo tanto nos manifestamos en contra de cualquier intento de ponerle un punto final al tema. Lamentablemente una vez más tenemos que salir a rebatir la teoría de los dos demonios levantada ahora desde el gobierno. Teoría que justifica el golpe de Estado, diciendo que había una guerra civil y que había dos bandos en igualdad de condiciones, y que la FFAA intervinieron para salvaguardar el futuro del país.
Le preguntamos al Presidente de la República si considera lo mismo que dijo el comandante en jefe del Ejercito Jorge Rosales que fueron “eventuales acciones individuales incorrectas” las que actuaron a partir de la década del 70, y si no lo comparte tendría que pedir la rectificación de esas declaraciones y que asuman la responsabilidad como institución, y por tanto que pidan perdón a toda la sociedad.
¿Podemos decir que León Duarte, Adalberto Soba, Jorge Zaffaroni, Gerardo Gatti, Nelson Santana, Elena Quninteros, Juan Pablo Recagno, Heber Nieto, Susana Pintos, Ubagesner Chaves, Maria Elsa Garreiro, Raimundo Villa Flor, Alberto Mariano Fontela y tantos otros que sufrieron directa o indirectamente las consecuencias de la dictadura son hermanos de Nino Gavazzo, Gilberto Vazquez, Ricardo Arab, Cordero, Ricardo Medina, Gregorio Alvarez, Juan Carlos Blanco, Bordaberry entre otros.
¿Quién puede pretender que exista una reconciliación si algunos de nuestros compañeros ya no están?; ¿alguien se va a reconciliar en nombre de todos ellos?, nosotros seguro que no.
Entre discursos políticos muy inteligentes y conferencias de prensa, paso desapercibido la vigencia del decreto del 26 de diciembre que fija el 19 de junio como única fecha de conmemoración del NUNCA MÁS. En este día el padre de la patria perdona a los dos hermanos, le pedimos por favor al presidente que no juegue con nuestra inteligencia, en su discurso dijo: “las heridas no se curan por decreto ni se decreta el reencuentro”, pero el decreto que impone la reconciliación nacional sigue vigente, aunque no todos seamos doctores, no somos tontos, jugar con la capacidad del pueblo uruguayo es un acto de soberbia y menosprecio.
Seguiremos defendiendo el NUNCA MÁS de las organizaciones sociales, el nunca más torturas, nunca más desapariciones forzadas, nunca más crímenes de lesa humanidad, nunca más dictadura, NUNCA MÁS TERRORISMO DE ESTADO.
Al igual que el proyecto de ley de Garcia Pintos, sobre la reparación económica, éste decreto institucionaliza la versión oficial, es para nosotros una regresión histórica, va en contra de todo el camino recorrido por la construcción de la memoria histórica.
Tenemos que redoblar nuestros esfuerzos, sabiendo que son las organizaciones sociales con madurez política, con responsabilidad y por sobre todo con independencia política las que pueden profundizar la pelea para conquistar Verdad y Justicia.
A diferencia de los anteriores gobiernos de derecha, éste gobierno reconoció que hubo un terrorismo de Estado, por lo tanto tiene la obligación de declarar ya la nulidad de la ley de caducidad. Los tratados internacionales los cuales el Estado uruguayo ratifico, dicen que ante crímenes de lesa humanidad se debe investigar y hallar a los responsables.
Simplemente los votos de los parlamentarios de la fuerza política del gobierno podrían declarar nula esta ley inmoral, obstáculo para la construcción de una sociedad sobre los pilares de memoria, verdad y justicia.
Seguiremos movilizándonos mientras siga hablándose de reconciliación. Mientras siga levantándose la teoría de los dos demonios. Mientras siga hablándose de reparación para los familiares de los militares y equiparándose a nuestros compañeros que luchaban por construir un sistema social más justo con los asesinos y torturadores.
Hoy, 19 de junio, las organizaciones sociales nos movilizamos para reivindicar una vez más las banderas que históricamente han acompañado la lucha de nuestro pueblo: la verdad, la justicia y el NUNCA MÁS TERRORISMO DE ESTADO.
Nuestro NUNCA MÁS es el nunca más por el que históricamente hemos luchado las organizaciones sociales. Nunca más torturas, nunca más desapariciones forzadas, nunca más coordinaciones regionales para aniquilar a grupos sociales y políticos que luchaban por construir un modelo de convivencia social más justo. Nunca más dictadura, nunca más vuelos de la muerte, nunca más crímenes de lesa humanidad, NUNCA MÁS TERRORISMO DE ESTADO.
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Todos los avances que hasta ahora se han conquistado en materia de DDHH se los debemos al esfuerzo incansable que han llevado a cabo las organizaciones sociales y de DDHH. Fueron ellas quienes impidieron que este tema quedara en el olvido.
Fueron muchas las ocasiones en que se intentó saldar este tema y dar vuelta la página. No nos olvidamos de la forma en que fue pactada la salida de la dictadura, intentando “mirar para adelante” y olvidando lo ocurrido. No nos olvidamos tampoco de la salida política que encontró el parlamento para acallar los reclamos de las organizaciones de familiares y del movimiento popular que lentamente empezaba a reorganizarse: la aprobación de la ley de caducidad, sellando un pacto de olvido y de impunidad para los torturadores.
Tampoco nos olvidamos de lo que pasó después del referéndum del 89, cuando ante la derrota sufrida todos los partidos políticos miraron hacia el costado. Desde entonces, fueron los familiares, las organizaciones sociales y de DDHH quienes han luchado por mantener viva la memoria, por impedir que el tema de las violaciones a los DDHH cometidas durante la dictadura quede en el olvido y se salde en la impunidad. Fue el pueblo organizado el que empezó a salir a la calle un 20 de mayo, poniendo otra vez sobre la mesa los reclamos por verdad y justicia. Y fueron también nuestras organizaciones sociales las que no aceptaron dar vuelta la página cuando se instaló la Comisión para la Paz, señalando que ese informe que nos daban nada tenia que ver con la Verdad por la que luchamos; y que no es posible construir la verdad acerca de lo ocurrido si no hay Justicia para quienes cometieron crímenes de lesa humanidad contra nuestros compañeros.
Es por esto que queremos resaltar el papel histórico que han jugado las organizaciones de DDHH y sociales, porque gracias a ellas el tema de las violaciones de los derechos humanos cometidas durante la dictadura no ha sido olvidado y sigue siendo un eje central de nuestra lucha.
No podemos dejar de reconocer que el actual gobierno ha avanzado en materia de DDHH, buscando conocer el paradero de nuestros compañeros desaparecidos. Pero tampoco podemos dejar de señalar que la justicia sigue faltando. No podemos dejar de señalar nuestro repudio a la teoría de los dos demonios, que equipara a nuestros compañeros con los asesinos y torturadores, y no podemos dejar de decir que mientras siga faltando la verdad y la justicia seguiremos luchando, porque no nos convencen los intentos de cerrar el tema.
Porque fue gracias a la incansable lucha de este pueblo que se pudo avanzar hacia la verdad y la justicia. Porque en este terreno nadie nos regalo nada, fuimos nosotros mismos, el pueblo organizado presionando por saber el paradero de los compañeros desaparecidos y exigiendo juicio y castigo a los responsables. Fueron las madres y los familiares que nunca perdieron las esperanzas, y se convirtieron para muchos de los jóvenes que estamos acá, ejemplos de dignidad y fortaleza, ejemplos de vida, una muestra de que vale la pena seguir luchando, a todos ellos nuestro humilde saludo y en especial a compañeras que ya no están... gracias Tota Quinteros .... Gracias Luz Ibarburu .....gracias
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Hoy, una vez más sentimos la necesidad de salir a la calle a expresarnos, pero por sobre todo por respeto a los compañeros que no están.
Algunos podrán hacer análisis estratégicos sobre este día, sobre la conveniencia de movilizarse, podrán agarrar como justificativo alguna de las frases del Presidente de la República, y quizás llegan a la síntesis de que en este momento no les conviene salir públicamente a manifestarse en contra de este decreto. Nosotros les decimos que es una cuestión de principio estar aca y de compromiso histórico con nuestro pasado reciente, porque la sangre de los caídos no se negocia ni se decreta.
15 días atrás el gobierno quería poner un punto final sobre este tema, quería empezar a poner un manto de olvido, equiparaba a los torturadores asesinos con los militantes sociales y políticos, todos éramos hermanos, pero quienes iban a creer esto, justo este gobierno iba a poner el pie en el acelerador para institucionalizar la versión oficial, algo estaba mal, entonces el propio Presidente tuvo que salir a aclarar el término NUNCA MÁS. Lo amplio tanto, incluyó tantos otros elementos que lo vacío del contenido propio que merece; hasta Magurno y Molaguero se sintieron incluidos en ese Nunca Más.
Por más que nos cueste creerlo o algunos no quieran creerlo, hoy al igual que hace 15 días atrás el espíritu del gobierno sigue siendo el mismo, por lo tanto nos manifestamos en contra de cualquier intento de ponerle un punto final al tema. Lamentablemente una vez más tenemos que salir a rebatir la teoría de los dos demonios levantada ahora desde el gobierno. Teoría que justifica el golpe de Estado, diciendo que había una guerra civil y que había dos bandos en igualdad de condiciones, y que la FFAA intervinieron para salvaguardar el futuro del país.
Le preguntamos al Presidente de la República si considera lo mismo que dijo el comandante en jefe del Ejercito Jorge Rosales que fueron “eventuales acciones individuales incorrectas” las que actuaron a partir de la década del 70, y si no lo comparte tendría que pedir la rectificación de esas declaraciones y que asuman la responsabilidad como institución, y por tanto que pidan perdón a toda la sociedad.
¿Podemos decir que León Duarte, Adalberto Soba, Jorge Zaffaroni, Gerardo Gatti, Nelson Santana, Elena Quninteros, Juan Pablo Recagno, Heber Nieto, Susana Pintos, Ubagesner Chaves, Maria Elsa Garreiro, Raimundo Villa Flor, Alberto Mariano Fontela y tantos otros que sufrieron directa o indirectamente las consecuencias de la dictadura son hermanos de Nino Gavazzo, Gilberto Vazquez, Ricardo Arab, Cordero, Ricardo Medina, Gregorio Alvarez, Juan Carlos Blanco, Bordaberry entre otros.
¿Quién puede pretender que exista una reconciliación si algunos de nuestros compañeros ya no están?; ¿alguien se va a reconciliar en nombre de todos ellos?, nosotros seguro que no.
Entre discursos políticos muy inteligentes y conferencias de prensa, paso desapercibido la vigencia del decreto del 26 de diciembre que fija el 19 de junio como única fecha de conmemoración del NUNCA MÁS. En este día el padre de la patria perdona a los dos hermanos, le pedimos por favor al presidente que no juegue con nuestra inteligencia, en su discurso dijo: “las heridas no se curan por decreto ni se decreta el reencuentro”, pero el decreto que impone la reconciliación nacional sigue vigente, aunque no todos seamos doctores, no somos tontos, jugar con la capacidad del pueblo uruguayo es un acto de soberbia y menosprecio.
Seguiremos defendiendo el NUNCA MÁS de las organizaciones sociales, el nunca más torturas, nunca más desapariciones forzadas, nunca más crímenes de lesa humanidad, nunca más dictadura, NUNCA MÁS TERRORISMO DE ESTADO.
Al igual que el proyecto de ley de Garcia Pintos, sobre la reparación económica, éste decreto institucionaliza la versión oficial, es para nosotros una regresión histórica, va en contra de todo el camino recorrido por la construcción de la memoria histórica.
Tenemos que redoblar nuestros esfuerzos, sabiendo que son las organizaciones sociales con madurez política, con responsabilidad y por sobre todo con independencia política las que pueden profundizar la pelea para conquistar Verdad y Justicia.
A diferencia de los anteriores gobiernos de derecha, éste gobierno reconoció que hubo un terrorismo de Estado, por lo tanto tiene la obligación de declarar ya la nulidad de la ley de caducidad. Los tratados internacionales los cuales el Estado uruguayo ratifico, dicen que ante crímenes de lesa humanidad se debe investigar y hallar a los responsables.
Simplemente los votos de los parlamentarios de la fuerza política del gobierno podrían declarar nula esta ley inmoral, obstáculo para la construcción de una sociedad sobre los pilares de memoria, verdad y justicia.
Seguiremos movilizándonos mientras siga hablándose de reconciliación. Mientras siga levantándose la teoría de los dos demonios. Mientras siga hablándose de reparación para los familiares de los militares y equiparándose a nuestros compañeros que luchaban por construir un sistema social más justo con los asesinos y torturadores.
Seguiremos saliendo a la calle a movilizarnos, seguiremos luchando
POR MEMORIA, POR VERDAD, POR JUSTICIA.
POR EL NUNCA MÁS A LAS DESAPARICIONES FORZADAS.
POR EL NUNCA MÁS A LAS DESAPARICIONES FORZADAS.
NUNCA MÁS TORTURAS, NUNCA MÁS MUERTES.
NUNCA MÁS DICTADURA. NUNCA MÁS TERRORISMO DE ESTADO.
NUNCA MÁS DICTADURA. NUNCA MÁS TERRORISMO DE ESTADO.
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